“Quererme a mí misma es poder” recuerdo estas palabras que me dijo Cristina cuando estaba delante de mi cámara.
Me gusta preguntar a quien fotografío que como les gusta verse y que imagen quiere proyectar al mundo. Eso me da la clave para empezar a ver que es lo que se puede imaginar o esperar del resultado.
Para mí es muy importante poder hablar con la persona antes de hacer las fotos. Sería muy difícil e intimidante no romper antes el hielo y sobre todo hacer que esa persona se sienta a gusto, que se sienta cómoda, que le des libertad para hacer lo que quiera: si tiene que reír que ría, si tiene que llorar que llore…me gusta que todo fluya y antes que la cámara está la persona.
Cristina me cautivó. Nos conocimos en un sitio muy especial y después de varias semanas ha venido desde Aranda a Burgos para hacerse una sesión en mi estudio. Ella se ha abierto a mi completamente contándome emociones y sentimientos. No maquilla las cosas, ni decora lo que no es bonito, ella dice lo que piensa y como lo ve, por eso lo que más me gustó de ella en su sinceridad y su manera optimista de ver la vida. Una mujer alegre, fuerte y con carácter el cual hemos querido reflejar en las fotografías.
He aprendido mucho de ella: ha sido para mí una caja de sorpresas y he despertado una gran admiración hacia ella.
Gracias por hacerme sentirme tan a gusto mujer de cabellos plateados.